Alternativas a los antibióticos promotores del crecimiento (AGP) en la nutrición de los pollos de engorde

La salud del tracto gastrointestinal (GI) es un factor clave en el rendimiento biológico y la eficiencia de los animales productores de alimentos. Un tracto gastrointestinal sano garantiza una digestión y absorción óptimas de los nutrientes. El desarrollo y el mantenimiento de una salud intestinal óptima dependen en gran medida de la adquisición y el mantenimiento de una microbiota intestinal equilibrada. La microbiota intestinal de un animal es una compleja comunidad de microorganismos dominada por bacterias. Las bacterias del tracto intestinal varían en densidad y especie en los diferentes compartimentos del intestino dependiendo del entorno local. La microbiota intestinal desempeña un papel fundamental en la salud y el bienestar de su huésped, ya que le proporciona una serie de beneficios. La microbiota intestinal ayuda a la digestión, protege contra los patógenos, produce nutrientes y desempeña un papel en el desarrollo y la maduración de los tejidos intestinales y el sistema inmunitario. Dentro de la comunidad microbiana intestinal hay una serie de patógenos oportunistas que tienen el potencial de causar enfermedades si tienen la oportunidad de translocarse a través de la barrera intestinal. La barrera intestinal es esencialmente una sola capa de epitelio que impide que las bacterias pasen a la mucosa intestinal.