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Contra Tales Cosas No Hay Ley
Autor: Jaerock Lee
Los cristianos obtienen la verdadera libertad
ya que llevan los frutos del Espíritu Santo,
contra los cuales no hay ley.
Todas las personas deben seguir reglas y normas en las circunstancias dadas a cada uno....
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Los cristianos obtienen la verdadera libertad
ya que llevan los frutos del Espíritu Santo,
contra los cuales no hay ley.
Todas las personas deben seguir reglas y normas en las circunstancias dadas a cada uno. Si sienten que tales leyes son como grilletes que los atan, se sentirán agobiadas y con dolor. Y solo porque se sienten agobiadas, si van tras el libertinaje y el desorden, no significa que tienen libertad. Después de que se complacen a sí mismos en tales cosas, se quedan solo con la sensación de vanidad, y finalmente, solo les espera la muerte eterna.
La verdadera libertad es ser libre de la muerte eterna y del llanto, el dolor y el sufrimiento. Es además controlar la naturaleza original que nos da tales cosas y obtener el poder para someterlas. El Dios de amor no quiere que nosotros suframos de ninguna manera, y por esta razón Él registró en la Biblia el camino para disfrutar de la vida eterna y la libertad verdadera.
Los criminales o aquellos que quebrantan la ley de un país, se ponen nerviosos si ven a un oficial de policía. Sin embargo, aquellos que moran bien en la ley no tienen que sentirse de esta manera, al contrario, siempre pueden pedirle ayuda a un policía y sentirse seguros con ellos.
De la misma manera, aquellos que viven en la verdad no tienen miedo de nada y disfrutan de verdadera libertad porque entienden que la ley de Dios es la ruta para las bendiciones. Pueden disfrutar de la libertad como las ballenas que nadan en el océano y las águilas que vuelan en el cielo.
La ley de Dios puede ser en gran medida clasificada en cuatro cosas. Nos dice qué debemos hacer, las cosas que no debemos hacer, las cosas que debemos guardar y las cosas de las cuales debemos despojarnos. A medida que pasan los días, el mundo se tiñe cada vez más con los pecados y la maldad y, por esta razón, cada vez más personas se sienten molestas por la ley de Dios y no la guardan. El pueblo de Israel, durante el tiempo del Antiguo Testamento, sufrió en gran manera cuando no guardaba la Ley de Moisés.
Por lo tanto, Dios envió a Jesús a este mundo y liberó a todos de la maldición de la Ley. Luego, Jesús, quien no tenía pecado, murió en la cruz, para que todo aquel que creyera en Él pudiera ser salvo por medio de la fe. Cuando las personas reciben el don del Espíritu Santo al aceptar a Jesucristo, se convierten en hijos de Dios y además pueden producir los frutos del Espíritu Santo con Su guía...
- Vydavateľstvo: Urim Books USA
- Rok vydania: 2018
- Formát: Paperback
- Rozmer: 210 x 140 mm
- Jazyk: Španielsky jazyk
- ISBN: 9791126300549